¿Estás pensando en comprarte una secadora de ropa? No compres la primera que encuentres en la tienda. Siempre tienes que buscar información para encontrar la que mejor cuida la ropa y se adaptan mejor a las necesidades de la familia. En este artículo te vamos a mostrar los diferentes tipos de secadoras de ropa para que te resulte más fácil elegir la que te interesa.

Secadoras de evacuación

Hasta hace poco eran de las más vendidas, pero poco a poco están perdiendo protagonismo porque no son tan efectivas como las opciones de las que te hablaremos un poco más adelante.

El funcionamiento de este tipo de secadoras suele ser sencillo. El aparato coge el aire de la parte exterior, lo calienta a través de las resistencias y manda el calor al tambor para que la ropa se seque. El aire caliente sobrante como el agua se sacan al exterior para que la ropa quede seca.

  • Ventajas: este tipo de secadora destaca por ser muy cómoda de usar, gracias a que todo es expulsado a través de un desagüe.
  • Desventajas: el verdadero problema de este tipo de secadora es que cuentan con un gasto muy elevado.

Secadoras de condensación

Es el tipo de secadora que nos recomiendan en Vivienda.top. Como nos han indicado los expertos en secadoras, el funcionamiento es sencillo y destaca por ser un tipo muy eficaz. Cogen el aire por la parte trasera y lo calientan a través de una resistencia que suele ser de bajo consumo. Luego lo incluyen al tambor y con ese calor lo que hace es evaporar el calor. Eso hace que la ropa se termine por secar en su totalidad y en consecuencia salga totalmente seca.

En este caso, se crea humedad en el interior. Esa humedad se manda a un depósito interno que se solidifica y se vuelve a convertir en agua. En este caso, el usuario tiene que sacar el agua a mano porque esta variedad no cuenta con desagüe que haga ese trabajo de manera automática.

  • Ventajas: son realmente eficientes y eso hace que el proceso de secado salga mucho más económico que con las secadoras de evacuación. Eso evita que la factura de la luz se incremente cuando la añadimos a nuestro hogar.
  • Desventajas: hay que vaciar el agua del depósito. No hay que hacerlo cada vez que se use, pero si cada tres ciclos más o menos. Puede resultar un poco incómodo.

Secadoras de bomba de calor

Se puede decir que son de las mejores en estos momentos y en consecuencia cada vez más familias apuestan por esta opción. Son eficaces, pero son caras, de aquí que no sean aptas para todo tipo de economías. A cambio, el funcionamiento es de los más cómodos. Pero hay que evaluar si nos interesa esa comodidad a cambio de pagar un precio superior.

La ventaja de esta variedad es que reutiliza el aire, lo cual ayuda a que el consumo energético sea el más bajo de los tres tipos mencionados en este artículo. Eso lo hace con la ayuda de un ventilador interno que consigue que el aire caliente circule en el tambor y en consecuencia se pueda conseguir un secado más rápido y sin consumir tanta energía.

  • Ventajas: es un modelo realmente eficiente energéticamente hablando.
  • Desventajas: el precio es muy alto, lo que hace que no todo el mundo se pueda permitir esta variedad en casa.

¿Cómo ahorrar con una secadora?

Ahora que ya conocemos los tres tipos de secadoras que podemos adquirir en este momento, es el momento de programarla para que cada secado nos salga lo más barato posible.

Para conseguir unos buenos resultados, es importante elegir bien el programa que vamos a usar en la secadora. Usar una temperatura demasiado alta provocará un exceso de consumo energético y que las prendas sufran más con cada secado.

Cada secadora es un mundo. Te recomiendo leer bien las instrucciones para ver qué programa es el más adecuado según el tipo de ropa que vamos a secar. Si no cuenta con programas y solo ofrece la opción de elegir temperatura, mira la etiqueta de las prendas y así sabrás a que temperatura tendrás que ponerla para conseguir un secado adecuado.

Por otra parte, se ha demostrado que se puede ahorrar bastante dinero en energía si ponemos la secadora en varias ocasiones en vez de cargarla demasiado. Si la cargamos mucho, tendrá que usar mucha energía y aunque nos pueda parecer mentira, nos terminará por salir más caro. Para evitar que el consumo se dispare, se recomienda no usarla con demasiada ropa en el interior. Es mejor poner la secadora de dos veces que no llenarla hasta arriba. Es más, no se recomienda ponerla a más del 80% de capacidad. Si lo hacemos, el consumo será mucho más elevado y los resultados no serán todo lo buenos que buscamos.

Siempre que puedas, opta por una secadora lo más eficiente posible. Si puedes, comprar un modelo que cuente con clasificación energética A+++. Con esta variedad podrás ahorrar hasta un 40% respecto a los modelos A+. Si tienes un modelo antiguo, seguramente te interese renovarlo. No solo podrás ahorrar energía, sino que podrás conseguir un secado más profesional.

Ahora solo te queda elegir la secadora perfecta para tus necesidades. Recuerda que hay modelos con más carga que otros. Si sois muchos en la familia, os interesará una secadora con alta capacidad para secar más ropa a la vez.